Buenas tardes soletes!! Vuelvo por aquí como siempre... tarde y corriendo!! Jajajaja, pero lo prometido es deuda y a petición de varios de ustedes voy a subir esta receta, ya que habéis visto que queda superesponjosa y no es nada complicado hacerla.
Esta receta la tengo de hace un par de años, me encanta las técnicas que tienen los asiáticos en la repostería y bicheando por youtube encontré esta técnica y me propuse encontrar la receta perfecta.... y mira que hay para elegir!! Jajajaja
Encontré infinidad de recetas pero esta para mi gusto es la que más se le parece, tanto en tecnica como en aspecto, y ya os adelanto que no hace falta ser un ilustre para conseguir que quede perfecta. Empezamos?
Comenzaremos reuniendo los ingredientes:
-. 250 gr. de queso crema.
-. 6 huevos (separamos las claras de las yemas).
-. 140 gr. azúcar molido pero no glass.
-. 60 gr. de mantequilla.
-. 100 gr. de leche.
-. 60 gr. de harina de repostería.
-. 20 gr. de maicena.
-. La ralladura de 1 limón.
-. 1/4 cuch. de cremor tártaro.
-. 1 pizca de sal.
-. Pasas sultanas (Opcional).
Precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo sin ventilador. Engrasamos un molde de 16 cm y en el fondo le colocamos un papel redondo de horno.
Ponemos un baño María a punto de hervor. Apagamos el fuego y colocamos el bol que vayamos a utilizar. Le añadimos el queso crema y la mantequilla, dejamos que se ablanden ligeramente y batimos hasta conseguir una crema homogénea.
Añadimos la mitad del azúcar molido, las yemas y la leche, batiendo perfectamente después de cada adición. Le agregamos la pizquita de sal y la ralladura del limón. Cuando esté listo lo retiraremos de la olla de agua caliente.
Tamizamos aparte la harina con la maicena y reservamos. Montamos las claras en nuestra batidora hasta que espojen. Añadimos entonces el cremor tártaro. Batimos de nuevo y agregamos el resto del azúcar molido. Montar hasta conseguir picos blandos (cuando al levantar las varillas se forma un pico pero cae a un lado).
Agregamos la harina y la maicena a la mezcla de queso, yemas y azúcar. Mezclamos bien, hasta dejarlo sin ningún grumo.
Añadimos las claras montadas poco a poco y con movimientos envolventes para no perder aire.
Ponemos (opcional) unas pasas en el fondo del molde y verter encima la masa del pastel, dejando al menos 1´5 cm. de espacio libre por arriba para que crezca.
En una fuente más grande que el molde le colocamos un paño en el centro. Colocamos nuestro pastel encima y vertemos en la fuente agua caliente hasta un tercio de la altura del molde.
Colocar la fuente con el molde en la altura media del horno. Cocer al baño María a 200 grados durante 18 minutos. A continuación bajamos la temperatura a 160 grados durante 15 minutos y luego apagamos completamente el horno. Dejar transcurrir media hora con el pastel dentro y finalmente abrir la puerta del horno para que enfríe completamente.
Desmoldar dándole la vuelta sobre un plato con papel vegetal. Y listo!!
Tenemos una tarta de queso japonés superrica para cualquier momento del día!! Espero que os haya gustado y contad me vuestros resultados!!
Esta receta la tengo de hace un par de años, me encanta las técnicas que tienen los asiáticos en la repostería y bicheando por youtube encontré esta técnica y me propuse encontrar la receta perfecta.... y mira que hay para elegir!! Jajajaja
Encontré infinidad de recetas pero esta para mi gusto es la que más se le parece, tanto en tecnica como en aspecto, y ya os adelanto que no hace falta ser un ilustre para conseguir que quede perfecta. Empezamos?
Comenzaremos reuniendo los ingredientes:
-. 250 gr. de queso crema.
-. 6 huevos (separamos las claras de las yemas).
-. 140 gr. azúcar molido pero no glass.
-. 60 gr. de mantequilla.
-. 100 gr. de leche.
-. 60 gr. de harina de repostería.
-. 20 gr. de maicena.
-. La ralladura de 1 limón.
-. 1/4 cuch. de cremor tártaro.
-. 1 pizca de sal.
-. Pasas sultanas (Opcional).
Precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo sin ventilador. Engrasamos un molde de 16 cm y en el fondo le colocamos un papel redondo de horno.
Ponemos un baño María a punto de hervor. Apagamos el fuego y colocamos el bol que vayamos a utilizar. Le añadimos el queso crema y la mantequilla, dejamos que se ablanden ligeramente y batimos hasta conseguir una crema homogénea.
Añadimos la mitad del azúcar molido, las yemas y la leche, batiendo perfectamente después de cada adición. Le agregamos la pizquita de sal y la ralladura del limón. Cuando esté listo lo retiraremos de la olla de agua caliente.
Tamizamos aparte la harina con la maicena y reservamos. Montamos las claras en nuestra batidora hasta que espojen. Añadimos entonces el cremor tártaro. Batimos de nuevo y agregamos el resto del azúcar molido. Montar hasta conseguir picos blandos (cuando al levantar las varillas se forma un pico pero cae a un lado).
Agregamos la harina y la maicena a la mezcla de queso, yemas y azúcar. Mezclamos bien, hasta dejarlo sin ningún grumo.
Añadimos las claras montadas poco a poco y con movimientos envolventes para no perder aire.
Ponemos (opcional) unas pasas en el fondo del molde y verter encima la masa del pastel, dejando al menos 1´5 cm. de espacio libre por arriba para que crezca.
En una fuente más grande que el molde le colocamos un paño en el centro. Colocamos nuestro pastel encima y vertemos en la fuente agua caliente hasta un tercio de la altura del molde.
Colocar la fuente con el molde en la altura media del horno. Cocer al baño María a 200 grados durante 18 minutos. A continuación bajamos la temperatura a 160 grados durante 15 minutos y luego apagamos completamente el horno. Dejar transcurrir media hora con el pastel dentro y finalmente abrir la puerta del horno para que enfríe completamente.
Desmoldar dándole la vuelta sobre un plato con papel vegetal. Y listo!!
Tenemos una tarta de queso japonés superrica para cualquier momento del día!! Espero que os haya gustado y contad me vuestros resultados!!
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